martes, abril 21, 2009

Sobre las banderas contra Clarín en el último Superclásico


Mezcla de dolor e indignación por el curso de los acontecimientos en torno al combate de la violencia en el fútbol.
Durante los tres años que llevamos adelante el programa "La violencia no paga" visité a cientos de funcionarios, policías y dirigentes de clubes. Nuestra propuesta era sana: premios con cargo de cumplir ciertas conductas y castigos.
Sin embargo prefirieron no apoyarnos y lo que es más: combatirnos hasta sacarnos del medio.
No puedo creer que ahora esos mismos funcionarios y dirigentes son los que no temen el reproche social para vincularse con las barras, buscando su apoyo en la próxima contienda electoral de junio. Parece mentira que no les importe asumir que han pagado a un grupo de personas con el objeto de coaccionar a un grupo económico con el que el gobierno tiene intereses en puja.
Cuando los íbamos a ver solicitandoles dinero para relaizar propaganda de salud pública mediante banderas en las tribunas populares, nos decían que estábamos locos si pensábamos que ellos se podían ligar a las barras.
Lo increíble reside justamente en que hicieron todo un esfuerzo para impedir que NHM lograra sus objetivos de pacificar los estadios y ahora invierten dinero para mantener el clima de violencia.
Distinto hubiera sido que el gobierno pagara por banderas que alertaran a los ciudadanos sobre cómo entre todos podemos detener el avance del dengue. Pero no, no, no: para el gobierno, la policía y la AFA el dengue éramos nosotros. Porque para ellos somos subversivos porque le hablábamos a la gente de DIGNIDAD, les enseñábamos a no ser la mano de obra barata de ningún ladrón de guante blanco, ni los idiotas útiles de cualquier gil.
Pero parece que la gente que conduce a algunas de las barras más numerosas de primera división también es bruta, y van detrás del dinero sin evaluar consecuencias ni conveniencias para el grupo de personas que los sigue, y le terminan "haciendo el caldo gordo" a un grupo de políticos peronistas, que siemnpre fueron minoría, y que, al carecer de estructuras genuinas que los apoyen, alquilan los servicios de estos muchachos.
Desde acá les pido a los periodistas que no se queden en la simple crónica de los hechos y que lleguen hasta el fondo, para ayudar a la gente a despertar y para que podamos para siempre terminar con los K, los G de la AFA, los DS, los CS y los RP de la provincia de Buenos Aires!!!!!!!(me reservo los nombres porque encima me van a terminar denunciando a mí)