The Wall Street Journal, 18 de septiembre de 2008
Enseñando a los Fanáticos del fútbol argentino a jugar limpio
Una abogada argentina emprendió una campaña para enseñar el espíritu deportivo a las Barras Bravas del fútbol que avivan la cultura de la violencia.
En la locura del fútbol en Argentino, La Sra. Rubeo
enseña a los hinchas a jugar bonito.
Protocolo de hinchas prohibe tirar piedras,
Provocar a la policía; el “Bebote” aprende la lección.
POR: MATT MOFFETT
BUENOS AIRES -- Durante años, los los rufianes hinchas de Huracán dieron mas espectáculo que los jugadores mismos.. Alardeando en una canción de guerra acerca de llenar la “cancha con vino y drogas”, batallaron contra la policía a piedrazos, y a cadenazos contra los hinchas rivales. También destrozaron desde coches hasta la misma tribuna.
Vea el video que ilustra la nota:http://online.wsj.com/video/ten-commandments-for-soccer-fans/3291AE18-0B3B-42C3-A981-F7F5195F8982.html
Pero en un partido reciente de Huracán, fueron chequeados por una mujer que usaba una cartera Chanel. La Sra. Fabiana Rubeo, una abogada de un metro y medio, se puso en campaña para enseñar el espíritu depoprtivo a los Barras Bravas, bandas de hooligans que se la han pasado avivando una cultura de violencia en el deporte nacional de la Argentina. Ella aconsejó al líder de la pandilla de Huracán para evitar provocaciones con policía del estadio y le advirtió también que debían abstenerse de tirar botellazos desde la tribuna.
“A pesar de lo que dice la gente, ésto es básicamente una diversión inocente,” dijo la Sra. Rubeo, de 40 años, a los gritos para hacerse oír por sobre el rugido de las canciones de la lucha.
Casi todos los equipos de fútbol de Argentina tienen su propia barra brava compuesta por acérrimos hinchas que a sus equipos, con apodos como “Los Canallas”, “Los villeros”, “Los Leprosos” y “Los Bosteros”. Se sientan en sectores especiales del estadio, enarbolan banderas gigantes y hacen retumbar sus tambores. La violencia de las barras bravas bravas se ha cobrado alrededor de 250 vidas en los últimos 50 años, estima a Amilcar Romero, periodista que ha escrito extensivamente sobre las pandillas.
Escepticismo y Ridículo
Pero el grupo de rehabilitación de hooligans de la Sra. Rubeo, llamado Nuevo Horizonte para el Mundo, está generando escepticismo, y algo de ridículo, en ese país de locos por el fútbol. Por alguna razón, los detractores afirman que algunas de las mas importantes Barras Bravas – incluyendo la inchada del Club River Plate, conocida como “Los Borrachos del Tablón” – no firmaron el acuerdo. Un artículo del diario Página/12 de Buenos Aires desestimó a la Sra. Rubeo como “ingénua”. Cinco miembros del Congreso pidieron que se haga una investigación de su proyecto, considerándolo “absurdo”.
“Inglaterra y Alemania, como también otros países, también tienen una cultura hooligan afianzada. Pero en Argentina, con una fuerza de policía poco fiable y la complicidad los clubes, el problema se torna particularmente dificil de resolver”, dice la Sra. Rubeo.
“Los dirigentes de clubes cuentan con el apoyo de los barras bravas para las elecciones internas y para el trabajo sucio, tales como el acoso a directores técnicos y jugadores ya no queridos hasta que renuncien al equipo”, afirma elsociólogo deportivo Sergio Levinsky. “En retribución, los líderes de las barras reciben entradas gratis, trabajos y dinero”, también dice.
Una fanática del fútbol desde que era una niña, la Sra. Rubeo comenzó con Nuevo Horizonte para el Mundo junto a su marido y a un puñado de amigos en el año 2006. Los barras bravas viven en un mundo machista y reservado, pero algunos miembros dicen que la Sra. Rubeo se los ganó con su calle y su dureza.
“Ella es muy valiente y dedicada,” dice el líder de la hinchada de Huracán, que proporcionó solamente su apodo, El Bocón.
La Sra. Rubeo y su ONG tratan de crear incentivos con el objetivo de lograr un comportamiento con espíritu deportivo. El año pasado, Nuevo Horizonte para el Mundo premió con un viaje a la Copa América en Venezuela a 20 integrantes de la hinchada de Independiente por demostrar el mejor comportamiento del año y por su progreso en la expulsión de ladrones y de traficantes de droga de sus tribunas.
Desde sus inicios gastaron cerca de $100.000 de donantes privados, Nuevo Horizonte ha pagado por spots de TV antiviolencia protagonizados por jugadores bien conocidos. Ha organizado seminarios en patios y prisiones.
Nuevo Horizonte también patrocinó recientemente un programa de prueba en dos partidos en los cuales pagaron a miembros mismos de la barra brava para supervisar seguridad en el sector hooligan. Munidos de walkietalkies , camperas azules y sueldos de $50 el juego, los fanaticos demostraron que podían prevenir tan bien como instigarlo. En un momento, los vigilantes barras bravas de seguridad rescataron a un joven después de que cayera en un foso lleno de agua en el perímetro del campo.
La Sra. Rubeo señala orgullosa sus casos exitosos, como el del ex lider barra, Pablo Alejandro Alvarez, más conocido como el El Bebote, o “bebé grande.” En 2006, el ex gobernador de la Prov de Buenos Aires, Felipe Sola lo señaló como el cabecilla de un alboroto tirando piedras en un estadio. El año pasado, un juez solicitó la detención del Sr. Alvarez y varios otros hooligans por sospechas de estar involucrados en un homicidio de otro hincha; El Sr. Alvarez permaneció fugitivo de la justicia por varias semanas, hasta que el juez decidió no implicarlo por que había argumentos escasos para hacer un caso en contra de él. El Sr. Alvarez y su abogada no hicieron comentarios. Pero “Bebote” le ha dicho a la prensa de Argentina que él ha renacido bajo la tutela de la Sra. Rubeo. “Aprendí que la fiesta del fútbol solo puede existir en paz”, dijo recientemente.
Muchos argentinos aún dudan de que esa violencia pueda ser detenida nunca.
“A los barras solo les importa el dinero y la violencia, no el partido”, dice Cristian Ferlauto, arquero. El Sr. Ferlauto fue echado de Argentino de Qulmes por quejarse de presiones de los barras, luego de una derrota. (La barra de ese club no firmó los mandamientos) El club dice que fue echado por su bajo rendimiento,
La Sra. Rubeo dice que la respuesta está afuera del estadio. Ya que el solo hecho de llegar al estadio puede convertirse en una prueba dura. Recientemente en un partido de Huracán, los miembros de la barra brava esperaban en una esquina, pasándose botellas de cerveza, por un autobus escolar rentado por ellos. Camino al juego, los hinchas de Huracán se colgaban de las ventanas gritando sus cancione e intentaron infructuosamente pasar una barrera baja, que impedía su avance.“
Los autobuses finalmente se encontraron con varios autos policiales, motocicletas y patrullas, que les proveeron de escolta al estadio para desalentar emboscadas de bandas rivales. Cuando se piensa en esto, dice la Sra. Rubeo (que acompañó al covoy en su auto), vemos lo complicado que es solo ver un partido”.
Escriba a Matt Moffett en matthew.moffett@wsj.com
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