Dentro de las normas que regulan el servicio penitenciario se hallan admitidas una amplia gama de experiencias que se llevan a cabo en beneficio de la resocialización de los internos.
En el marco de ello es que esta vez, desde hace alrededor de tres meses, entre el Juez de Ejecución Penal Dr. Luis Esteban Nitti y el Director de la Penitenciaría de Dolores (pcia. de Buenos Aires), Prefecto Mayor Marcelo Rodríguez, comenzaron a promover -y dar cuerpo- a la iniciativa de formar un plantel de fútbol, integrado por hombres procedentes de todas las cárceles que se hallam bajo la órbita de competencia del Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, con el fin que comenzaran a jugar por el campenato de la Región Dolores, del modo que lo haría cualquier equipo que recién comienza.
En Dolores se destinó un pequeño pabellón de la centenaria penitenciaria (1840), y se asignó la condición del DT al entrenador físico del servicio, César Barragán, y se aprestaron a preparar a la gente, tratando de igualar las condiciones de alimentación y ejercicios que desarrollan los clubes. En realidad, hacen lo que pueden, sobre todo en cuanto al entrenamiento, por lo acotado de lo espacios y las condiciones en general.
Afortunadamente, el tezón del Dr. Nitti y el Pref. Mayor Rodríguez mantienen encendido el fuego que alimenta a las pequeñas ideas que motorizan los grandes cambios.
Al principio se desmoralizaron, pero como es gente curtida, siguen insistiendo con la idea, y ahora solamente juegan con aquellos equipos -de cualquier institución y categoría- que los inviten a jugar entre semana.
El lunes jugaron entre ellos, que todavía no tienen nombre, y una especie de seleccionado zonal, con los mejores jugadores de la liga de Dolores.
Sin importar los resultados deportivos, para ellos es un gran incentivo esta propuesta de integración con la sociedad a través del deporte. Es una luz de esperanza, o una bendición, ya que no es fácil llegar a pertenecer al plantel.
Claro que hay que saber "jugar a la pelota" (porque el reglamento lo están aprendiendo ahora, lo que significa un primer paso muy importante en el proceso de incorporación de pautas rígidas de conducta), pero en realidad todo depende de la evaluación que haga el juez de ejecución penal que tenga a cargo el penal de procedencia del interno.
Además, una vez que llega a Dolores tiene que pasar por una "admisión", un procedimiento regular que se hace siempre con cualquier detenido, porque hay muchas condiciones que atender, que tienen que ver con el grado de adaptabilidad y patrón de conducta que se registre en cada caso en particular.
El partido se jugó en el estadio Municipal de Dolores, aunque pueden trasladarse a jugar a otros sitios, bajo la custodia del Servicio Penitenciario. Ya han viajado a jugar con Cambaceres y con Estudiantes de La Plata con éxito total.
La seguridad, obviamente, es siempre una responsabilidad del servicio penitenciario, tanto en traslados como en estadios, donde se dispone un triple anillo de máxima seguridad:
1) cada interno tiene un hombre que está en el campo de juego, cuya responsabilidad es vigilar a un interno en particular,
2)En las tribunas hay personal de civil, y
3) En los muros y techos sae ubican frencotiradores con armas largas.
NHM apoya la iniciativa del Dr. Nitti y el Pref. May. Rodríguez, no porque los consideremos garantistas, sino por el empeño que han puesto en que la Constitución Nacional no quede en letra muerta cuando postula que las cárceles se dispondrán para la resocialización de los internos y no para un simple castigo.
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